¿Qué es?
Enfermedad neurológica autoinmune en la que el sistema inmunitario destruye la mielina de las células nerviosas, así que la EM puede manifestarse en muchas partes del organismo de manera diferente, por eso se conoce como “enfermedad de las mil caras”. ¿Cuales son los síntomas? Existe un amplio abanico de síntomas, pero no todos se presentan en todas las personas ni lo hacen con la misma intensidad. Las manifestaciones de la EM dependen de las áreas del Sistema Nervioso Central lesionadas. Una misma persona puede cambiar de síntomas y experimentar a lo largo del tiempo variaciones en intensidad y duración.
- Primeros síntomas: son difíciles de identificar y pueden comenzar hasta 5 años antes del diagnóstico.
- Problemas de visión.
- Cosquilleo y entumecimiento.
- Dolor y espasmos.
- Fatiga o debilidad.
- Problemas de equilibrio, mareos...
- Problemas urinarios.
- Disfunción sexual.
- Problemas cognitivos.
- Síntomas más frecuentes: aquí hay que distinguir entre síntomas visibles y síntomas invisibles.
• Visibles: se pueden percibir de manera clara.
- Temblores
- Falta de coordinación/ Ataxia
- Trastornos del habla
- Problemas de vejiga o intestinales
• Invisibles:
- Fatiga o debilidad
- Problemas de movilidad
- Trastornos cognitivos
- Trastornos visuales
- Espasticidad
- Dificultad al tragar
- Trastornos emocionales
- Pérdida de equilibrio
- Vértigos y mareos
- Alteraciones de sensibilidad
- Dolor
- Trastornos del sueño
- Problemas de intimidad y sexualidad.
- Síntomas menos frecuentes: pero que también existen
- Pérdida total de visión
- Falta de control de esfínteres
- Pérdida de la audición
- Neumonía y otras infecciones pulmonares
- Parálisis parcial o total
- El ‘abrazo de la EM’ (sensación de dolor alrededor del estómago o el torso).
¿Cómo se diagnóstica?
Actualmente no existe una prueba única para determinar si una persona tiene la enfermedad, así que para confirmar el diagnóstico es preciso realizarse una serie de pruebas. Hace algunos años, era preciso que se hubieran presentado al menos 2 brotes o episodios clínicos para poder realizar el diagnóstico de EM. Desde el año 2010, el diagnóstico de EM es posible con un único brote y una única RM, siempre y cuando las lesiones se hayan producido en dos áreas diferentes del SNC y de forma separada en el tiempo (al menos con un mes de diferencia), y hayan sido descartadas otras posibles causas del daño en el SNC y la desmielinización.
Pruebas:
- Examen neurológico: revisión de la historia clínica y examen físico.
- Resonancia Magnética
- Punción lumbar
- Potenciales evocados
- Análisis de sangre
Tratamiento.
No existe una cura para la Esclerosis Múltiple (ni una vacuna), pero existen cada vez más tratamientos que ayudan a manejarla mejor. El manejo terapéutico de la EM busca el control de su actividad a través de tratamientos modificadores del curso de la enfermedad, el tratamiento de los brotes clínicos y el tratamiento de los síntomas de las complicaciones o secuelas que puedan aparecer. Una gestión adecuada de la EM también incluye el tratamiento rehabilitador (atención psicológica, fisioterapia, terapia ocupacional, logopedia, etc.) y seguir unos hábitos de vida saludables (dieta saludable, actividad física...). Es importante que el paciente reconozca su propia responsabilidad en las decisiones sobre su salud, así como en el seguimiento de los tratamientos y recomendaciones de los profesionales de la salud (adherencia terapéutica) y el trabajo conjunto.